jueves, 27 de octubre de 2011

Tantos años llamando al indígena salvaje no le han convertido en uno.

Nosotros no creíamos que las praderas infinitas, las hermosas cumbres y los susurrantes arroyos rodeados de enmarañada maleza fueran “salvajes”.
Solamente el hombre blanco creía en la “naturaleza salvaje”, y solamente el creía que la tierra estaba llena de animales salvajes.
Para nosotros, la naturaleza estaba domesticada. La tierra era prodiga y nos rodeaban las bendiciones del gran misterio.
Hasta que llegó el hombre hirsuto del Este, y empezó a infligir con frenética brutalidad (a nosotros y a nuestros seres queridos) injusticia tras injusticia, la tierra nunca fue salvaje para nosotros.
Cuando los animales salvajes comenzaron a huir del hombre blanco, fue cuando empezó para nosotros
el “Salvaje Oeste”.....
Los ancianos Lakota eran sabios. Sabían que apartado de la naturaleza, el corazón del hombre se endurece.
Sabían que la falta de respeto hacia las cosas vivientes que crecen, lleva también a una falta de respeto hacia los humanos.    
‘Tantos años llamando al indígena salvaje no le han convertido en uno"
 
Luther Standing Bear ("El Sagrado Aroma del Mundo:el indio y la naturaleza")


Para describir a los pueblos indígenas se han empleado, desde la era colonial, términos tales como “primitivos”, "salvajes" o “de la Edad de Piedra”, palabras que refuerzan la idea de que estos pueblos han permanecido sin cambios en el transcurso del tiempo y de que están atrasados. Esta idea es tan errónea como peligrosa.
Es errónea porque todas las sociedades se adaptan y cambian, y es peligrosa porque se utiliza con frecuencia para justificar la persecución o el “desarrollo” forzoso de los pueblos indígenas. Los resultados son casi siempre catastróficos: pobreza, alcoholismo, prostitución, enfermedad y muerte.

Hace unos dias salió en la prensa esta noticia: "Stefan Ramin, un alemán de 47 años amante de los deportes náuticos, realizaba el viaje de su vida cuando fue asesinado y devorado por caníbales en una isla de la Polinesia francesa.
Tras el hallazgo de restos óseos y dientes en una fogata en la isla, los expertos policiales creen que fue "cortado en pedazos y quemado", para ser posteriormente comido por los individuos caníbales"

Indígenas de todo el mundo han reaccionado con consternación ante las informaciones. 

Deborah Kimitete, vicealcalde de la isla de Nuku Hiya, donde tuvo lugar el presunto asesinato, ha dicho en declaraciones a la BBC: “Estamos muy dolidos por estas acusaciones de canibalismo, que son completamente falsas… No sé por qué hablan de canibalismo, es como si habláramos de canibalismo en Inglaterra por el mismo motivo. Es terrible decir algo así. Aquí nadie habla de eso, no es cierto. No es el caso, en absoluto, y estamos muy dolidos”.

Benny Wenda, un hombre de Papúa que pertenece a la tribu lana, ha dicho: “Estamos hartos y cansados de estas historias. El motivo por el que siguen usando la palabra ‘caníbal’ para referirse a nosotros es porque piensan que somos salvajes. Es como llamar a los alemanes de hoy en día nazis por su pasado, o Gran Bretaña un lugar donde se quema a las brujas en la hoguera, donde existe la esclavitud infantil y hay ejecuciones públicas. Solo es periodismo vago y racista”.


Fuentes: http://www.survival.es/noticias/7808

1 comentario:

hiniare dijo...

Capté la noticia en uno de esos flashes de medio minuto que forman los telediarios, nada documentados (los deben comprar al peso).

Precisamente esos días andaba leyendo el libro de Roger Boulay “Kannibals et Vahinés”, una recopilación de textos occidentales a través de los que se fue formando el mito del salvaje caníbal, desde cómics y noveluchas, hasta libros escolares. El racismo y la manipulación que desprenden es repugnante.

Y al oír entonces la noticia me pareció haber viajado en el tiempo. Con todo el daño que se les hizo durante siglos, ¿cómo es posible que se les siga insultando impunemente?